Es como esas veces que pones la lavadora
y en cuanto pulsas el botón reparas en ESE calcetín
ESE cuya pareja se zambulle dentro del tambor
y sabes que es una cosa nimia
pero
sabes
también
también
SABES
que acabas de crear una brecha espacio-temporal
en la que ese calcetín jamas y quiero decir JAMÁS
volverá a encontrar a su pareja
y la certeza del desgarro y de la pérdida
te llevan a temblar
de pánico.
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