martes, 4 de marzo de 2014

Excelencia.

Tía Virtudes fue la primera mujer de la familia en hacer carrera.
Ponía mucho empeño y toda su dedicación y, desde el primer momento, sus examinadores se mostraron de acuerdo en que llegaría a ser una de las mejores profesionales en su campo.
Pero una madrugada se cruzó en su camino una compañera de promoción, la Tacones, que utilizó con más habilidad la navaja en el momento de apropiarse de la esquina donde hacer las prácticas.
—Quién sabe dónde hubiera llegado —lamentaba la abuela, cada aniversario de su muerte.

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