El espejo de Rajoy ve a su propietario desfilar en ropa interior: camiseta de tirantes, canzoncillos con estampado de gatitos y calcetines con liguero.
Le observa mientras encoge la barriga y busca su mejor perfil. Mientras se da ánimos y ensaya gestos que demuestren su dominio parlamentario.
Por último, le escucha preguntar:
—Espejito, espejito, ¿quién es el presidente?
Y siente carecer de boca con la que responder:
—Tú no.
No hay comentarios:
Publicar un comentario