viernes, 7 de febrero de 2014

La memoria de las cunetas.

De pronto, este pueblo que durante tanto tiempo ha vivido vegetando en el ángulo inferior izquierdo del continente, este pueblo del que nadie poseía un verdadero conocimiento, pueblo de secas mesetas castellanas, húmedas montañas asturianas y ásperas colinas aragonesas, se ha levantado, bien erguido, ante el mundo entero.
Ha sido este pueblo el primero que, en la tercera década de nuestro siglo, ha recogido el guante arrojado por el fascismo, ha sido este pueblo el que se ha negado a hincarse de rodillas ante Hitler y Mussolini, ha sido el primero en plantarles cara y entrar con ellos en valiente lucha armada.
Ante un inmenso anfiteatro de espectadores, insensiblemente neutrales en el exterior, atemorizados en el interior, los asesinos fascistas, como los experimentados toreros al toro de la aldea, quieren apuñalar a este pueblo, acabar con él, matar cuanto hay en él de digno, orgulloso y honesto, dejar con vida tan sólo a aquellos que volverán a la esclavitud, que besarán sumisamente las manos de los señores.
Pero el pueblo no es un animal de matadero; los verdugos se equivocan. Herido, ensangrentado, más tarde o más temprano dominará el arte de combatir y aplastará, pisoteará a los insensatos verdugos.

Mijail Koltsov.

2 comentarios:

  1. Si señor, me encantó ésto. Saludos.

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    1. El libro, Diario de la guerra de España, de Mijail Koltsov es una delicia. Aunque te sumerge en la pena de ese país que existió y que los fascistas aniquilaron.

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