domingo, 6 de octubre de 2013

¡Uníos Hermanos Proletarios!

La I Internacional Obrera es la primera escisión: Marx pelea con Bakunin, y el sendero de la revolución proletaria se bifurca en anarquista y socialista.
La I Guerra Mundial y La revolución soviética de 1917 cercenan a los marxistas en dos: los comunistas fundan la III Internacional, y los socialistas se quedan con la II.
Dentro del movimiento comunista, las diferencias ideológicas separan a los partidarios de Stalin y a los de Trosky; los troskystas son —en el mejor de los casos— expulsados de la III Internacional y dan origen a la IV.
La extensión del comunismo fuera de las fronteras de la Unión Soviética da lugar a un sinfín de nuevas corrientes —maoístas, titistas, eurocomunistas, hoxistas, juches y un larguísimo etc—, que se irán desgajando del tronco común, y que se empeñarán en cortar las otras ramas, todas ellas incapaces o traidoras a la revolución, todas ellas pequeñoburguesas, revisionistas y enemigas de la clase trabajadora. Todas ellas repletas de teóricos, argumentos, análisis impecables y métodos contrastados para acabar tomando el cielo por asalto. Todas ellas apelando como elemento imprescindible a la unidad de la clase trabajadora.

2 comentarios:

  1. No hay comentarios, lógico, es que no hay nada más que decir. Se trata del YO. Lástima.

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  2. No sé yo si se trata tanto del YO como de la fuerza de las circunstancias chocando contra las del ideal... La evolución de la izquierda, en cualquier caso, parece planificada y desarrollada por la derecha.

    Muchas gracias por pasar por aquí.

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